La trayectoria artística de Ernesto
Aroztegui, autodidacta en la técnica del tapiz, se da en la fecunda
y compleja década del 60. Estos jóvenes artistas, herederos de la
educación pública son influenciados por la generación del 45,
formados por intelectuales como Ángel Rama, Carlos Real de Azúa,
Carlos Quijano, Antonio Grompone, Fernando García Esteban, Atahualpa
del Cioppo, y por artistas y escritores como Juan Carlos Onetti,
Carlos Martínez Moreno, Armonía Somers, José Cúneo, Joaquín
Torres García, Germán Cabrera, y Manuel Espínola Gómez, entre
otros.
La particular carrera de Ernesto Aroztegui, (nacido en la ciudad de Melo, Cerro Largo, en 1930), está unida a varios cruces interdisciplinarios; en su juventud realiza máscaras, diseña ropa y muebles; luego participa como actor y docente del teatro independiente uruguayo, 1957-1971, incursionando en grupos de danza contemporánea y participando fugazmente en el incipiente cine nacional. Esto da la pauta de la rica personalidad de este artista y la amplia gama de sus inquietudes. Su actividad docente es bastante extensa, profesor de Dibujo en Enseñanza Secundaria y de Expresión Plástica en el Plan Piloto, Aroztegui egresa del Instituto de Profesores Artigas en 1957. En 1967 funda el Taller Montevideano de Tapices, TMT; comienza así una labor docente en la enseñanza del arte textil, junto a sus alumnos impulsa la organización del movimiento de tapicería nacional, creando vínculos profundos con la región. Su trayectoria creativa esta indisolublemente ligada al movimiento textil y a la labor docente, desarrollada en nuestro país y en las ciudades de Buenos Aires, Porto Alegre y San Pablo.
En los difíciles años de la dictadura militar, la enseñanza artística uruguaya se impartió en forma privada, sorteando censuras, prohibiciones y persecuciones de diversa índole. Varios artistas abren sus talleres para formar nuevas generaciones de artistas, Nelson Ramos, Miguel Angel Pareja, Hugo Longa, Clever Lara, Guillermo Fernández y Ernesto Aroztegui, también instituciones privadas como el Club de Grabado y el Foto Club Uruguayo, entre otros. Realizan una importante labor pedagógica, poco valorada luego del retorno a la vida democrática. Es importante señalar que Uruguay, carece en esos años de estudios artísticos universitarios, la Escuela Nacional de Bellas Artes, ENBA, permaneció cerrada entre 1973 y 1985. Reabierta luego de la restauración de la democracia, Ernesto Aroztegui ingresa a la misma por concurso en 1987; desde su Taller Fundamental, forma varias generaciones de jóvenes artistas hasta el final de su vida.
Luego de su muerte en 1994, su obra queda oculta en colecciones privadas no siendo estudiada por críticos ni conocida por el público. Un grupo de ex-alumnos de Uruguay, Brasil y Argentina, decide en 2013 impulsar la edición de un libro sobre la obra del artista, y organizar la retrospectiva de sus obras en las salas del Centro Municipal de Exposiciones, SUBTE, espacio ligado históricamente a la exhibición del arte textil nacional y latinoamericano.
Curador: Jorge Francisco Soto.
La particular carrera de Ernesto Aroztegui, (nacido en la ciudad de Melo, Cerro Largo, en 1930), está unida a varios cruces interdisciplinarios; en su juventud realiza máscaras, diseña ropa y muebles; luego participa como actor y docente del teatro independiente uruguayo, 1957-1971, incursionando en grupos de danza contemporánea y participando fugazmente en el incipiente cine nacional. Esto da la pauta de la rica personalidad de este artista y la amplia gama de sus inquietudes. Su actividad docente es bastante extensa, profesor de Dibujo en Enseñanza Secundaria y de Expresión Plástica en el Plan Piloto, Aroztegui egresa del Instituto de Profesores Artigas en 1957. En 1967 funda el Taller Montevideano de Tapices, TMT; comienza así una labor docente en la enseñanza del arte textil, junto a sus alumnos impulsa la organización del movimiento de tapicería nacional, creando vínculos profundos con la región. Su trayectoria creativa esta indisolublemente ligada al movimiento textil y a la labor docente, desarrollada en nuestro país y en las ciudades de Buenos Aires, Porto Alegre y San Pablo.
En los difíciles años de la dictadura militar, la enseñanza artística uruguaya se impartió en forma privada, sorteando censuras, prohibiciones y persecuciones de diversa índole. Varios artistas abren sus talleres para formar nuevas generaciones de artistas, Nelson Ramos, Miguel Angel Pareja, Hugo Longa, Clever Lara, Guillermo Fernández y Ernesto Aroztegui, también instituciones privadas como el Club de Grabado y el Foto Club Uruguayo, entre otros. Realizan una importante labor pedagógica, poco valorada luego del retorno a la vida democrática. Es importante señalar que Uruguay, carece en esos años de estudios artísticos universitarios, la Escuela Nacional de Bellas Artes, ENBA, permaneció cerrada entre 1973 y 1985. Reabierta luego de la restauración de la democracia, Ernesto Aroztegui ingresa a la misma por concurso en 1987; desde su Taller Fundamental, forma varias generaciones de jóvenes artistas hasta el final de su vida.
Luego de su muerte en 1994, su obra queda oculta en colecciones privadas no siendo estudiada por críticos ni conocida por el público. Un grupo de ex-alumnos de Uruguay, Brasil y Argentina, decide en 2013 impulsar la edición de un libro sobre la obra del artista, y organizar la retrospectiva de sus obras en las salas del Centro Municipal de Exposiciones, SUBTE, espacio ligado históricamente a la exhibición del arte textil nacional y latinoamericano.
Curador: Jorge Francisco Soto.
a la(s) 19:00
Centro de Exposiciones Subte
Plaza Fabini s/n, Montevideo
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