El filósofo Roberto Esposito, en su articulo “Político y lo impolítico” (2005) escribe: “[…] lo impolítico, en definitiva, no contrapone a la política una realidad, sino que simplemente identifica la realidad de la política como lo que es, sin hacer de ello una apología; ello significa que mantiene una actitud, se podría decir, de reserva mental con respecto a una hipótesis de valorización […].” Desde principios de los años 90, los nuevos modelos de movilización social han alentado cambios de gobierno y de sistemas de valores, produciendo una visión profundamente sarcástica de los sistemas organizadores, pero sobretodo de la esencia misma del pensamiento político. Es en este sentido que focalizamos nuestra atención en algunas zonas de las Américas, relacionadas por características culturales e históricas, que han desarrollado un sentido crítico y desmitificante de la actitud auto-legitimante de la modernidad. Regiones que comparten – sin excluir las propias peculiaridades y localismos indispensables – problemáticas similares, pero tal vez también posibles soluciones.
En la actualidad, nos encontramos en una condición que se define a través de la imposibilidad de especificar términos y conceptos idóneos. Las palabras que generalmente sirven para definir la política, a menudo nos arrastran a zonas nebulosas. Es necesaria una nueva configuración, pero no a través de la reducción, como puede ser la actitud apolítica o anti-política; sino, más bien, asimilando la situación multiforme, es decir: la reconfiguración de la política misma. Como Giorgio Agamben se preguntaba en la conferencia de Padua, ¿existe un movimiento ‘diverso’ de la guerra civil? Y si ello fuere verdadero, ¿cuáles son los mecanismos cuando la noción misma de movimiento está en discusión?
Los Impolíticos a través de piezas que cruzan temáticas que comprenden la comunicación tendenciosa y manipulada por los sistemas de control; el híper-urbanismo exacerbado; la degradación social y la constricción al consumismo exasperado. Condiciones como éstas generan un fuerte sentido de impotencia. La incapacidad de identificar el verdadero origen de los problemas, la inhabilidad de responder de manera coherente a estas problemáticas, la ineptitud de transformar las condiciones de inestabilidad. Siguiendo las huellas de Esposito, la exposición Los Impolíticos presenta una labor de disección y análisis, a la búsqueda de la construcción de un léxico político apto para definir la realidad contemporánea desde un punto de vista particular y no genérico.
Laura Bardier es una curadora independiente con sede en Nueva York.
El EAC forma parte de la Dirección Nacional de Cultura, dependiente del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay.
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