La muestra tiene como objetivo poner en cuestionamiento, la búsqueda de lo extremo para definirnos, y lo sublime como estado de placer y dolor. La carne como símbolo de lo mortal, mayoritariamente es una analogía del cuerpo en el sentido más crudo y literario. El hombre como carnicero y la habilidad de trocear y descuartizar, encerrar y aniquilar algo de manera que sea fácilmente consumible.
La acción física o simbólica sobre el cuerpo como justificación donde nos afirmamos como seres mortales, limitados. Una muestra acerca de la perpetuación de la carne. Tres artistas que desde diferentes ópticas plantean el tema, sutilmente asocian la carne como cuerpo, protector del alma, el cuerpo vulnerable y flagelado, el cuerpo como signo de la vida y que por lo tanto también enuncia la muerte.
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