Las 
pinturas de esta serie plantean un sistema vital que promueve reflexiones sobre 
la vulnerabilidad del género pintura, nuestro accionar (estéril) sobre la 
traducción, sobre el arte y su sentido, sobre el espacio y los territorios de 
poder. El arte nos ofrece, gracias y a pesar de su espectacularidad, un 
diagnóstico dudoso. Pensar el arte o en este caso la pintura, como un mapa sobre 
el presente, las relaciones de los hombres y la naturaleza sería una hipótesis 
inverificable.La geometrización de lo social a través de estructuras de control 
y la emergencia de toda una serie de instituciones destinadas al encierro, la 
disciplina, la cura, fue un aporte fundamental de Michel Foucault a la cultura 
contemporánea. Muchos pintores a finales del siglo XX presentaron la crisis de 
la geometría en sus obras como un tópico que emparentó los textos de Foucault y 
un reordenamiento del territorio donde la geometría en la pintura se mantiene 
lejos del ideal de Euclides. Por el contrario se muestra más cerca de una 
representación del panóptico y sus organizaciones sociales, como formas de 
diagramas del control. Una geometría que se mimetiza en la pintura como algo 
vinculado a lo narrativo y a lo figurativo. La geometría dura que representa el 
hospital, la fábrica etc., ha dado paso a una geometría blanda, vinculada con 
espacios sin identidad ni memoria, no-lugares, a la autopista, a internet. 
Espacios que se definen principalmente por la imposición de un tiempo actual. 
Espacios para recorrer, no para vivir y que se miden en unidad de 
tiempo. Lo que hace una década se planteaba como una experiencia propia de 
la red, hoy está integrado en nuestras experiencias cotidianas: en las 
concentraciones urbanas, en los medios de transporte, las autopistas, los 
aeropuertos, los parques de diversión, los supermercados, los grandes centros 
comerciales. La pintura como un hecho en sí mismo, su auto conciencia es un 
abordaje que se transforma en herramienta. Un sistema de pensamiento se acomoda 
y el foco de investigación es el color, el cuadrado, el rectángulo, la 
ortogonal. El fenómeno dominante es el color, irrestricto y tóxico, redundante e 
internacionalista. La anamnesia del color en cada obra consiste en variadas 
capas de pintura a veces transparente, a veces opalescente, y/o flúo.  El 
color es una postura política, quizás sólo para una lectura local. Es un 
manto extraño sobre la producción intelectual influenciada por la modernidad 
montevideana, las tonalidades y las sombras, que por otro lado son 
características de la idiosincrasia nacional. El color irrestricto es un 
territorio que no responde a teorías del color, sino a una forma de ver con los 
estados alterados, fragmentados, interrumpidos, una expresión del duelo 
patológico, de las pérdidas.El color y el acto de pintar son una estrategia y en 
ese proceso se conforma el sistema de pensamiento. El esqueleto de bastidor 
lleva a que la pintura se transforme en un cuerpo, que va reformulándose sobre 
sí misma, se congrega en zonas de franjas abigarradas o espacios más amplios y 
de color pleno. Zonas que entredejan ver errores, acumulaciones, gestos, 
desórdenes rítmicos, manchas, loops.Un apunte sobre barras paralelas, sobre 
rectángulos y cuadrados que ensordecen a los de la capa anterior, que se 
muestran a partir de un borde, conformando así, una historia clínica del cuadro. 
Fernando López Lage
CV 
López Lage -  Artista 
y director de la Fundación de Arte Contemporáneo (fac) donde desarrolla tareas 
como docente y curador. Desde 1987 participa en muestras colectivas e 
individuales en Uruguay y el exterior. Se destacan: “Boomerang” Alianza 
Francesa de Montevideo (Mayo 2009), “El archivo del monitor plástico” CME 
SUBTE Marzo de 2012, “Montevideo, New visions” en Couturrier gallery, Los 
Angeles USA (Abril 2012), López Lage- artista en comisión del Centro Cultural de 
España en el 2005, donde elabora proyecto para la fachada del edificio e 
intervención edilicia para el piso de la mediateca. “Barras Paralelas” 
Centro Municipal de exposiciones Subte en el 2001, “Biblia Pauperum” en la 
Colección Engelman Ost en 1997,”La venganza del hombre tóxico” Alianza 
Cultural Uruguay USA, Mia Gallery en Seatlle en 1991, Linda Moore 
Gallery en San Diego en el mismo año, en 1990. Participa en numerosas 
ferias internacionales de arte: Los Ángeles, Chicago, Arte BA, Estocolmo, 
ARCO. En Uruguay recibió numerosos premios en concursos de arte. Fue invitado 
por la Asociación internacional de críticos de arte para integrar el envío 
a la Bienal de pintura de Cuenca/Ecuador (1989) donde obtiene el premio Le 
Parc mejor pintor latinoamericano menor de 35 años. Asimismo a la Bienal de la 
Habana (1992)y nuevamente a la Bienal de pintura de Cuenca/Ecuador(1994) 
invitado por el comité organizador. En 2007 participa en la Bienal 
del MERCOSUR “Conversas”. Además es docente en la tecnicatura de Gestión 
cultural de la Fundación Itaú y director de la Tecnicatura en Arte 
y Curaduría.
 

 

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